martes, 12 de octubre de 2010

El arte de pensar.

 Pensar es un don, la mejor defensa. La forma de arma más sana y pura que la conciencia tiene para defenderse contra lo ajeno, contra el exterior. Tan hiriente, tantas veces, que sutilmente nos roza o nos flecha el alma. Lo difícil del momento crucial, el climax, es encontrarse uno mismo hasta darse cuenta que dolor queda en un  táper y caemos en la cuenta de que así no hace daño.
 Con el poder de nuestra mente, con el arte de nuestra mente, no necesitamos armas ni violencia, hay que alimentar ese poder, enriquecer ese arte, para sacar lo mejor de ella, para lograr salvarnos.




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